En pintura destacan obras con El vampiro de Edvard Munch, realizada en el año 1895 o "El Vampiro Glorioso", de Boleslas Biegas, que data de 1916 y pretende ser un alegoría del horror de la Primera Guerra Mundial, aunque también de la mujer fatal, representada por un ser con más semejanza con las lamias que con el vampiro propiamente dicho.